¿Te has lanzado a la dieta keto y no consigues resultados?
Es más común de lo que parece. La dieta cetogénica puede ser una herramienta poderosa para perder peso, controlar el apetito, mejorar la salud metabólica e incluso reducir la inflamación, pero si no se hace bien, puede volverse frustrante, poco efectiva o incluso perjudicial.
En esta página te explicamos los errores más frecuentes al empezar la dieta cetogénica, por qué ocurren y, sobre todo, cómo evitarlos con una base sólida, personalizada y realista. Y si aún no sabes qué es exactamente la dieta keto o quieres repasarla desde cero, puedes consultar primero esta guía completa:
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1. Comer demasiada grasa… y de la mala
Uno de los errores clásicos en la dieta cetogénica es creer que «más grasa es mejor». Sí, la dieta keto se basa en priorizar las grasas frente a los hidratos, pero no cualquier grasa sirve. Si basas tu alimentación en embutidos, bacon y quesos procesados, estás generando inflamación en lugar de salud.
Cómo evitarlo
- Elige grasas saludables: aguacate, aceite de oliva virgen extra, frutos secos naturales, coco, pescados grasos
- Evita grasas trans, ultraprocesadas o aceites refinados
- Recuerda que cetogénico no es sinónimo de comer sin control: calidad es mejor que cantidad
2. No comer suficiente verdura (por miedo a los carbohidratos)
Muchas personas restringen tanto los hidratos que eliminan casi todas las verduras, perdiendo así fibra, micronutrientes y volumen saciante.
Cómo evitarlo
- Incluye verduras bajas en carbohidratos como calabacín, espinacas, acelgas, brócoli, pepino, apio o coliflor
- Recuerda: una dieta cetogénica bien hecha debe ser rica en vegetales
- Cuida tu microbiota: sin fibra, tu intestino se resiente, y eso también afecta a tu metabolismo
3. Comer demasiada proteína (o demasiado poca)
Otro de los errores comunes en la dieta cetogénica es no saber equilibrar bien la proteína.
Un exceso puede frenar la cetosis; un déficit puede hacerte perder masa muscular.
Cómo evitarlo
- Ajusta la proteína a tu nivel de actividad física, masa muscular y objetivos (bajada de peso o mantenimiento)
- Incluye fuentes limpias: huevos, carne ecológica, pescado salvaje, tofu firme o tempeh si sigues una keto vegetal
- Si dudas, asesórate: en nuestra consulta de Madrid u online valoramos tus necesidades exactas
4. No planificar las comidas y terminas comiendo lo de siempre
La falta de planificación lleva a lo de siempre: improvisar, picar, comer mal… o abandonar. La dieta keto bien aplicada requiere transición, creatividad y estructura.
Cómo evitarlo
- Planifica 3 o 4 menús base a la semana con tus proteínas, grasas buenas y vegetales
- Ten a mano snacks keto de verdad: nueces, huevo duro, hummus bajo en carbos, aceitunas
- Prepárate para la compra y ten lista tu despensa keto
«No se trata solo de comer mejor, Se trata de vivir mejor Y estás a tiempo con salud»
5. No suplementar o ignorar los electrolitos
Uno de los efectos secundarios más comunes al empezar keto es el llamado «keto flu» o gripe cetogénica: dolor de cabeza, fatiga, mareos.
Esto ocurre porque al reducir carbohidratos, pierdes agua y con ella, electrolitos clave como sodio, potasio y magnesio.
Cómo evitarlo
- Añade sal marina o del Himalaya a tus platos
- Toma caldo de huesos casero o infusiones con sal
- Considera suplementos de magnesio si tienes calambres o estreñimiento
- No ignores señales de fatiga: muchas veces no es keto, sino desajuste de minerales
6. Esperar resultados milagrosos sin adaptarte
La keto no es una dieta mágica ni funciona igual en todos los cuerpos.
Hay quien entra en cetosis en 2 días y quien tarda 2 semanas. Hay quienes bajan peso rápido, y otros necesitan ajustar más variables.
Cómo evitarlo
- Escucha a tu cuerpo y dale tiempo
- Acompaña la dieta con descanso, movimiento y buena gestión del estrés
- Si no funciona, busca ayuda: una evaluación profesional puede revelar por qué
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